martes, 14 de diciembre de 2021

Tejo de Racipeña

vivelasmerindades en el silencio del valle de Manzanedo.
Allí, en la ladera de la sierra de la Albuera, se erige como único testigo de lo que fue el imperio de los dinosaurios vegetales.
Entre derrubios de las peñas que lo flanquean, cual rey dentro de sus dominios, observa el devenir del curso fluvial más importante de la península.
Tanto que llega a donar su nombre a toda la península más meridional de Europa.